El pan de setas consiste en un sustrato de centeno del que brotan hongos ya que, previamente, se le ha inyectado el micelio del hongo. El cultivo de las setas es muy fácil ya que solo se tendrá que colocar el sustrato de centeno en un Tupper y situarlo en un lugar oscuro y muy húmedo. A partir de ahí, solo tendréis que preocuparos de mantener la humedad y las setas crecerán solas. Además, cuando cortemos la primera tanda de setas, volverán a crecer más. Incluso se puede recolectar una tercera tanda, aunque en esta ocasión, serán más pequeñas y menos abundantes.
Setas alucinógenas u hongos psilocibios
Las setas alucinógenas u hongos psilocibios que crecen en estos panes contienen sustancias que les otorgan fuertes efectos psicoactivos. Estos efectos han hecho que las setas alucinógenas hayan alcanzado fama mundial en la actualidad.
Ya en el pasado eran conocidas y empleadas por un amplio número de civilizaciones alrededor de todo el planeta, desde las mesetas de la península escandinava (vikingos) hasta las profundidades de la selva tropical de la cuenca del Amazonas o las regiones montañosas de la Sierra Madre del Sur de México (pueblos precolombinos). Estas civilizaciones empleaban las setas en rituales religiosos para aproximarse a sus dioses mediante los cambios en la percepción sensorial y las alucinaciones provocadas por la ingesta de estas. También las culturas indo iranís empleaban los hongos alucinógenos, al igual que los griegos o las tribus nómadas de Siberia.
Por otro lado, el mundo occidental prácticamente olvidó el consumo de setas alucinógenas hasta 1930, cuando Robert Weitlaner, antropólogo, descubrió los rituales otomíes en los que se empleaban dichas setas. Ya en 1950, R. Gordon Wasson, micólogo, descubrió rituales con setas en México y consiguió revivir el interés de la comunidad científica, lo que llevó a Albert Hoffman a aislar la psicolobina (principal compuesto alucinógeno de los hongos). Estos estudios descubrieron las setas alucinógenas al mundo occidental y el movimiento contra cultural hippie de los años 70 y 80 se encargó de expandir su fama por todo el planeta. De hecho, aunque actualmente las setas están prohibidas en prácticamente todos los países, su consumo y comercialización se ha extendido y cada vez son más las personas que consumen estos hongos “mágicos”.
¿Qué variedades de setas alucinógenas existen?
Realizar un resumen de las variedades de hongos alucinógenos existentes es una tarea muy complicada puesto que se conocen más de 200 variedades divididas en más de 14 géneros. Dentro de dichos géneros, hay que destacar el género Psilocybe, al que pertenecen la mayoría de variedades de hongos psicotrópicos.
En cuanto a las especies, hay que mencionar que las más comunes son: Psilocybe cubensis, Panaeolus cyanescens, Psilocybe mexicana, Panaeolus cinctulus, Psilocybe azurescens, Psilocybe semilanceata, Psilocybe cyanescens, Gymnopilus junonius, Psilocybe allenii, Gymnopilus luteofolius, entre otras.
¿Dónde se localizan?
Por otro lado, si hacemos referencia a las localizaciones geográficas, las setas con propiedades psicoactivas crecen en todo el planeta, desde praderas, montañas, riberas o bosques. Por tanto, no es de extrañar que existan hongos alucinógenos en América, Europa, África, Asia y Oceanía.
– En América del Norte: México, EE. UU y Canadá. En EE. UU hay setas en Oregón, San Francisco, Alabama, Atlanta, Georgia, Washington, Pensilvania, Ohio, Virginia Occidental y, principalmente, en el noroeste y el sur del país. En Canadá hay setas en Columbia Británica.
– En Sudamérica y América central hay setas alucinógenas en Colombia, Brasil, Venezuela, Chile, Cuba, Guatemala, Honduras, Argentina, El Salvador, Ecuador y Bolivia.
– En Europa, los hongos psicoactivos se encuentran en Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Italia, Irlanda, Serbia, Suiza, Dinamarca, Escandinavia, Finlandia, Francia, Escocia, Eslovaquia, Siberia, Grecia, República Checa, Bosnia, Hungría, Kosovo, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y España.
– En el continente africano crecen setas principalmente en Sudáfrica.
– En Asia las principales especies se encuentran en Camboya, Malasia, Myanmar, Tailandia, India, Filipinas, Nepal, Vietnam
– En Oceanía: Australia meridional e islas.
* En el caso concreto de España, hay que destacar que existen tres especies de setas alucinógenas conocidas: Psilocybe semilanceata (principalmente crece en el País Vasco y el Norte Peninsular), Psilocybe hispánica (procedente de la región pirenaica) y Psilocybe galicae (especie descubierta en España y exclusivamente endémica de Galicia).
¿Por qué son alucinógenas?
Las sustancias que otorgan sus efectos característicos a los hongos psicotrópicos son la psilocina y la psilocibina, ambos compuestos con una estructura química realmente parecida a la serotonina.
Estos alcaloides bloquean los efectos de la serotonina y sus propiedades y consecuencias en el cuerpo humano son muy similares a las del LSD. La diferencia es que las setas son completamente naturales, a diferencia del LSD que es un compuesto químico 100% sintético. Además, la duración de los efectos de ambas drogas es diferente ya que, mientras el efecto del LSD dura entre 8 y 12 horas, los efectos de los hongos duran entre 4 y 6 horas.
Los efectos
El consumo de setas en el cuerpo humano puede producir efectos muy variados en función del consumidor, el tipo de setas, la calidad de estas, la cantidad consumida, la situación, el entorno y la tolerancia y situación personal del mismo consumidor.
En general, hay que destacar que las setas provocan estados alterados de consciencia que pueden ir desde la perdida de la percepción temporal o el equilibrio, así como trastornos sensitivos en la vista, oído, tacto, olfato u gusto, llegando a provocar visiones y sensaciones desconocidas hasta el consumo. Otras características del “ciego” de las setas son la sensación del bienestar, la risa incontrolable, lloros, cosquilleos y un profundo relax.
Ahora bien, todas estas sensaciones pueden ser placenteras o desagradables, dependiendo de los factores anteriormente nombrados. Además, hay que tener muy en cuenta que el consumo de setas es una intoxicación controlada de nuestro organismo, así que, si te pasas con la dosis la experiencia puede no ser positiva.
¿Cómo controlar la dosis?
A diferencia de los efectos de la marihuana, las setas deben ser digeridas y asimiladas por el sistema digestivo antes de comenzar a causar efectos, así que, es mejor esperar media hora o una hora antes de decidir si consumir más. Una vez pasado ese tiempo, podemos ser conscientes de los efectos que nos están provocando y ya podremos decidir si aumentar la dosis o no. Hay que tener muy en cuenta esto ya que, como tardan mucho en subir, la gente cree que la dosis no ha sido suficiente, aumenta la cantidad consumida y cuando los efectos llegan, es demasiado tarde para echarse atrás.
Esta ha sido una aproximación al mundo de las setas alucinógenas. Los principales factores que pueden interesar a un futuro consumidor han sido analizados y esperamos que no queden dudas relevantes al respecto. De lo contrario, podéis poneros en contacto con nosotros a través de los comentarios del BLOG.
Pescan
Hola me gustaría saber la dosis correcta de la gympolius spectabilis