Nadie puede negar que Marruecos está vinculado con el hachís que se ha vendido en el mercado negro europeo durante las últimas décadas, pero es que la relación de este país del norte de África con el cannabis empezó mucho antes.
A continuación, pondremos en contexto la relación de Marruecos con la marihuana y comentaremos también los últimos cambios legales aprobados por Mohamed VI, en los que despenaliza su cultivo bajo una serie de requisitos.
Agricultor trabajando en los campos de cannabis industrial.
Cronología de la marihuana en Marruecos
Marruecos ha mantenido una relación compleja y duradera con el cannabis, especialmente en las montañas del Rif, en la zona de Ketama/Issaguen, donde su cultivo ha sido una práctica común desde el siglo XV.
Conocido localmente como «kif«, el cannabis ha formado parte integral de la vida cultural y económica de muchas comunidades rurales en el norte del país. Durante la época colonial, el cultivo fue permitido en ciertas áreas, y tras la independencia en 1956, Marruecos continuó tolerándolo en regiones específicas.
A lo largo del siglo XX, Marruecos se convirtió en uno de los mayores productores de hachís en el mundo, con gran parte de su producción destinada al mercado europeo. Sin embargo, bajo la presión internacional, el gobierno marroquí intensificó los esfuerzos para erradicar los cultivos y perseguir a los cultivadores, lo que exacerbó las tensiones en las áreas dependientes de esta economía.
En 2021, un cambio significativo ocurrió cuando Marruecos legalizó el uso de cannabis para fines médicos, cosméticos e industriales, abriendo la puerta a la creación de un mercado regulado. Esta reforma legal refleja un reconocimiento de la importancia económica del cannabis y el potencial de su regulación.
El gran cambio de 2024: El Rey de Marruecos indulta a cultivadores de cannabis
En un movimiento que ha sacudido a la sociedad marroquí y resonado en toda la región, el Rey de Marruecos, Mohammed VI, ha concedido indultos reales a 4,831 personas condenadas por delitos relacionados con el cultivo de cannabis. Este gesto, que coincide con la celebración del 24º aniversario de su ascenso al trono, marca un punto de inflexión en la política del país respecto a la controvertida planta, al tiempo que genera un debate sobre la dirección que Marruecos tomará en términos de legalización y regulación del cannabis.
Nuevo contexto de cambio legal
La medida del monarca marroquí se produce en un contexto en el que Marruecos ya ha comenzado a modificar su enfoque sobre el cannabis. En 2021, el Parlamento marroquí aprobó una ley que legaliza el uso de cannabis con fines médicos, cosméticos e industriales, pero mantuvo estrictamente prohibido su uso recreativo. Sin embargo, la práctica del cultivo de cannabis sigue siendo una realidad económica en muchas regiones rurales del país, especialmente en el Rif, donde cientos de miles de personas dependen de esta actividad para subsistir.
El indulto masivo se interpreta como un reconocimiento tácito de la dificultad de erradicar una industria que, aunque ilegal, está profundamente enraizada en la economía y la cultura local. Este movimiento ha sido bien recibido por una gran parte de la población, especialmente en las áreas rurales, donde el cultivo de cannabis es a menudo la única fuente de ingresos viable.
Las implicaciones del indulto
El indulto real no solo ha liberado a miles de personas de las prisiones, sino que también ha tenido un impacto significativo en el panorama legal y social del país. Según informes, muchos de los liberados eran pequeños agricultores que enfrentaban penas severas por su participación en el cultivo de cannabis. La medida, por tanto, ha sido vista como un paso hacia una mayor justicia social, al tiempo que se reconocen las realidades económicas y sociales que impulsan el cultivo de cannabis en Marruecos.
Sin embargo, el indulto también ha generado preguntas sobre el futuro de la política de drogas en Marruecos. Algunos analistas sugieren que este podría ser un preludio a la legalización total del cultivo y comercio de cannabis en el país, no solo para fines médicos e industriales, sino también recreativos. Otros, sin embargo, advierten que el indulto podría ser un gesto aislado, destinado a aliviar la presión social sin necesariamente conducir a una reforma legislativa sustancial.
Una Economía en transición
El cultivo de cannabis en Marruecos ha sido durante mucho tiempo un secreto a voces y Marruecos es considerado uno de los mayores productores de cannabis del mundo. Aunque la mayoría de la producción se destina al mercado ilegal, la nueva legislación de 2021 abrió la puerta a la creación de un mercado legal y regulado para el cannabis con fines médicos e industriales.
Este cambio legal representa una oportunidad económica significativa para Marruecos. Según estimaciones, el mercado legal de cannabis podría generar miles de millones de dólares en ingresos anuales y crear miles de empleos, especialmente en las zonas rurales empobrecidas. Además, permitiría al país aprovechar su experiencia y reputación en el cultivo de cannabis para convertirse en un actor clave en el mercado global de cannabis legal.
No obstante, la transición hacia una economía basada en el cannabis legal presenta desafíos. La infraestructura para regular el cultivo, la producción y la distribución del cannabis está todavía en sus primeras etapas, y se necesitarán importantes inversiones en capacitación, tecnología y cumplimiento de la ley para garantizar que el nuevo mercado funcione de manera eficiente y justa.
Repercusiones Internacionales
El indulto también ha sido observado de cerca por la comunidad internacional, en particular por los países vecinos y socios comerciales de Marruecos. La Unión Europea, que es un importante destino para el cannabis marroquí ilegal, ha seguido de cerca los desarrollos en Marruecos, dado que cualquier cambio en la política de drogas del país podría tener un impacto significativo en el tráfico de drogas en la región.
En este sentido, algunos expertos sugieren que Marruecos podría estar buscando regular su mercado de cannabis para alinearse mejor con las tendencias internacionales, donde cada vez más países están legalizando o despenalizando el uso de cannabis, ya sea para fines médicos o recreativos. Este enfoque podría ayudar a Marruecos a atraer inversiones extranjeras y a mejorar su imagen en el escenario internacional como un país moderno y progresista.
El camino por delante
A medida que Marruecos avanza en este nuevo capítulo en su relación con el cannabis, quedan muchas preguntas por resolver. ¿Se expandirá la legalización del cannabis para incluir su uso recreativo? ¿Cómo manejará el gobierno la transición de un mercado ilegal a uno legal, asegurando que los beneficios económicos se distribuyan de manera equitativa entre los pequeños agricultores y las comunidades rurales?
Lo que está claro es que el indulto real es un primer paso significativo hacia un enfoque más matizado y realista de la cuestión del cannabis en Marruecos. Si bien es posible que no conduzca inmediatamente a una legalización total, ha abierto la puerta a un diálogo nacional sobre el papel del cannabis en la sociedad marroquí y sobre cómo el país puede aprovechar su potencial económico mientras minimiza los riesgos asociados.
En última instancia, el éxito de esta transición dependerá de la capacidad de Marruecos para equilibrar los intereses económicos, sociales y de salud pública, y de cómo el país elija regular y gestionar su industria del cannabis en los próximos años. Lo que es indiscutible es que el indulto ha cambiado el panorama del cannabis en Marruecos, marcando el comienzo de una nueva era en la política de drogas del país, reconociendo un tipo de cultivo histórico, de una planta milenaria con numerosos beneficios probados científicamente, en una región igualmente histórica.