Ketama (Issaguen), Marruecos y sus montes

Ketama es el nombre tradicional que se le da a Issaguen, una villa de la región de Taza-Alhucemas-Taunat, en la comarca norteafricana del Rif. Al pie de la montaña Jebel Tidighine (2457m), en plena cordillera del Rift, se yergue una de las plantaciones de cannabis más grandes y exuberantes del planeta tierra. Las más de 55000 hectáreas dedicadas al cultivo de marihuana convierten esta zona en el epicentro del cultivo mundial de cannabis.

Ketama

Cómo llegar a Ketama

Muchos consumidores de cannabis se sienten atraídos por los inmensos campos de cannabis de dicha región, así que vamos a aportar información sobre qué ver y cómo llegar a Ketama y sus campos. La villa de Ketama se encuentra a 112 Km de Alhucemas. Concretamente se encuentra en un cruce de carreteras que la sitúan a 107 Km de Chauen, 167 Km de Tetuán y 79 Km de Taunate.

Las formas más comunes de llegar por carretera a dicha población son: desde el nordeste, a través de Tánger; desde el norte, a través de Melilla; desde el sur, a través de Fes-Taounate; desde el oeste vía Chaouen, a través de las montañas de Rif o, la más sencilla, desde Alhucemas.

Alhucenas es una población costera del norte de Marruecos que se encuentra a unas dos horas en coche de Issaguen y sus campos de cannabis. Un viaje económico que nos permitirá observar uno de los paisajes más insólitos. De hecho, para los consumidores o cultivadores de marihuana, las vastas extensiones de campos de cannabis resultan una visión casi utópica que los dejará perplejos. No lo dude y visite uno de los más míticos iconos del mundo cannábico.

Para aquellos que no puedan viajar directamente a Alhucenas, el viaje por carretera desde Tánger o Ceuta es también una buena opción. Desde Tánger, el viaje son 217 Km por carretera, con una duración de 3 h y 10 minutos aproximadamente. Desde Ceuta el viaje se alarga un poco, unas 4 horas y media, con un gasto de gasolina de aproximadamente 25, 30 euros.

Por último, hay que mencionar la opción de Melilla, ciudad a la que podemos viajar en barco desde la península ibérica y, posteriormente, viajar en coche hasta Ketama. El trayecto son unos 225 Km y 4 horas aproximadamente. Hay muchas opciones de llegar a Ketama, aunque una vez estando en Marruecos, la opción principal es llegar en coche.

Historia

Antiguamente, Ketama era una pequeña villa donde se hospedaban turistas para practicar deportes como el esquí o el senderismo. En la actualidad, las actividades turísticas han sido sustituidas progresivamente por el cultivo de cannabis, principal motor económico de la zona. Dicha actividad se ha venido realizando en la zona desde hace siglos, pero de un modo tradicional y minorista. Sin embargo, hoy en día se cultiva en grandes cantidades, produciendo suficiente cannabis como para producir la práctica totalidad del hachís consumido en Europa.

El cultivo de cannabis en Ketama siempre fue algo tradicional, arraigado en las costumbres de la población local e incluso fomentado por el Gobierno. Pero, hoy en día, las presiones internacionales hacen que la política gubernamental vaya cambiando, adoptando posturas menos permisivas. De todos modos, a efectos prácticos todo sigue igual. Los planes estatales contra el cultivo de cannabis han logrado reducir las hectáreas dedicadas a dicho cultivo a nivel nacional, pero en la zona del Rift continúan siendo igual de numerosos. De hecho, el número de hectáreas dedicadas al cultivo de marihuana aumenta año tras año en la zona; algo lógico si tenemos en cuenta que la población local vive del comercio de hachís, y mientras no se les ofrezca otra forma de vida, difícilmente podrán acatar las leyes estatales. Además, parece que a efectos prácticos el gobierno tampoco está especialmente interesado en acabar con dicho negocio, sino que, los cambios legales parecen más bien una maniobra de cara a la galería.

Qué ver en Ketama

Si se viaja a Ketama, la oferta turística es amplia y variada. Viajando desde el norte, se puede realizar la ruta de la unidad, entre Ketama y Fez, unos 150 Km de extensión que une el norte de Marruecos con las montañas de Rif. Esta ruta es uno de los símbolos más importantes de la independencia de Marruecos y, además, se puede disfrutar de las extraordinarias vistas que nos brindan los paisajes que atravesamos.

Muchas son las visitas que se pueden realizar desde Ketama. Una salida interesante es la visita al monte Tidirhine, que durante los meses de invierno suele estar cubierto de nieve, permitiendo la práctica de esquí. De hecho, la cima de dicho monte tiene la mejor estación de esquí de todo Marruecos. En los meses de calor, se puede realizar la caza de jabalíes silvestres o, simplemente, salir a hacer senderismo. No se debe olvidar que Ketama está situada en la cordillera del Rif, una región mayormente montañosa y llena de zonas verdes con un gran intereses geográfico, histórico y paisajístico. Además, el principal idioma extranjero de dicha zona es el español.

Por otro lado, sin salir de la ciudad de Ketama, se puede visitar la parte española de la ciudad, donde se puede ver la antigua iglesia del Sagrado Corazón, el Cuartel de Regulares o el Instituto España.

Por último, hay que señalar otros pueblos cercanos como Chechauen y sus fábricas de cuero y textiles, Al-Hoceima, Aïn-Aïcha, Taunate y su mercado, Tissa y su feria de caballos de octubre o Rafsaï y su festival de la oliva, en diciembre. Pero si hay algo que destaca en esta zona, sin duda alguna son los campos de cannabis.

Los exuberantes campos de marihuana

Ketama está cubierta por un incontable número de parcelas dedicadas al cultivo de cannabis. De hecho, la práctica totalidad de las 57000 hectáreas dedicadas al cultivo de cannabis en Marruecos, se encuentran en dicha zona.

Si se sube a la zona alta de los riscos, se puede apreciar una infinidad de campos que llegan hasta donde alcanza la vista. Estas vastas extensiones de parcelas van ganando terreno año tras año al escarpado y árido terreno montañoso de la zona en cuestión. De hecho, los cultivos de cannabis son tan abundantes que prácticamente se han convertido en el monocultivo de la región. Si hacemos referencia al tipo de marihuana que se cultiva, hay que mencionar que se trata de variedades índicas en su totalidad.

Los inmensos cultivos de la región llaman la atención de millones de turistas al año, que quedan prendados al observar las vastas extensiones de campos verdes repletos de copas de cogollos que brillan al sol. Todo un deleite visual que cualquier consumidor de cannabis tardará en olvidar.

La única advertencia desde Gea seeds es que tenga cuidado y sea discreto y comedido, pues la zona se encuentra llena de mafias que controlan los cultivos. Dicho esto, hay que destacar que pocos son los problemas que sufren los turistas debido a la presencia de dichas mafias. Generalmente, los problemas vienen por los controles policiales que se pueden encontrar en la carretera y que buscan multar a los turistas que puedan haber obtenido hachís de la zona. De todos modos, esto no frena a los turistas y cada vez son más los que deciden visitar los increíbles encantos de la afamada región.

Elaboración de hachís

Aunque resulte llamativo para el consumidor habitual de marihuana, la práctica totalidad de la vasta cosecha de estos valles se destina a la elaboración de hachís. De hecho, las incontables toneladas de hachís que se producen anualmente abastecen a los consumidores de países árabes, así como a los países europeos. La vía de entrada del hachís a Europa es marítima, a través del estrecho de Gibraltar. Generalmente entra por la costa mediterránea, principalmente por poblaciones del sur de la península ibérica, como Cádiz; aunque, en menor medida, también entra por otros puerto franceses e italianos. A partir de dicho punto, el hachís sigue una ruta hacia el norte, pasando controles y fronteras hasta llegar a ser comercializado en algunos de los coffe-shops holandeses más famosos. Tanto es así, que resulta muy común encontrar hachís marroquí en dichos establecimientos del norte de Europa.

Todo esto en cuanto a su ruta y destino, pero ¿cómo se elabora? El proceso que se sigue en el valle de Ketama para la producción de hachís es realmente laborioso y supone una concienzuda cadena de montaje. De hecho, por cada 100 kilos de marihuana recolectada, se produce tan solo un kilo de hachís.

El proceso comienza con el cultivo de las cepas, una vez se obtiene la cosecha de cogollos, esta se almacena para ser secada y curada. Una vez llega el frío del invierno, la marihuana se saca de los almacenes de secado para, aprovechando dicho frío, extraer la resina (la resina se desprende mucho más fácil del cogollo cuando éste se expone a bajas temperaturas). A continuación, se colocan los cogollos sobre barreños cubiertos por tamices y se envuelve todo con enormes bolsas de plástico. El siguiente paso es percutir la marihuana con un palo, como si se estuviera tocando el tambor. De este modo, la resina cae al fondo del cubo, y así se extrae la resina de los cogollos en seco.

El resultado final es un producto amarillo que contiene la resina de los cogollos combinada con algunos restos materiales de la flor. A continuación, dicho material se prensa en caliente o se amasa en frío, produciendo hachises de diversas calidades, colores y texturas.

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Conclusión

Como conclusión, hay que señalar que Ketama es una zona con un alto valor turístico, llena de paisajes que visitar y nuevas costumbres por descubrir. Los campos de cannabis, la cordillera del Rif, la ruta de la unidad, las estaciones de esquí, los monumentos, los festivales o las fábricas en las que se sigue trabajando como hace siglos. Todos estos detalles hacen de Ketama una zona ideal para visitar como turista y descubrir los encantos de una de las zonas con más historia de la geografía marroquí.