La intención del siguiente artículo es analizar de manera breve y concisa las diferentes funciones de los diversos tipos de fertilizantes que se emplean en el cultivo de cannabis. El mercado de fertilizantes está más que sobrepoblado y resulta muy difícil decidir que fertilizante escoger entre los miles de nombres, marcas y tipos de productos. De hecho, muchos cultivadores noveles no tienen muy claro la función de cada tipo de fertilizante, algo lógico si tenemos en cuenta el incontable número de abonos y sus cometidos.
A continuación explicamos, de manera general, cuáles son los tipos de abonos principales y sus función. Todo ello de manera cronológica en relación con los ciclos vitales de la planta.
Enraizantes
El primer tipo de fertilizantes que se emplea en el cultivo de marihuana es el enraizante. Este producto fomenta y acelera el desarrollo del sistema radicular del cultivo, lo que se traduce en cepas que asimilan mucho mejor los nutrientes y, por tanto, crecen más fuertes y vigorosas. Además, los enraizantes son muy útiles cuando nos disponemos a realizar esquejes o a mantener plantas madres.
Los esquejes son clones que se extraen de una planta madre, para ello se corta una pequeña rama y se planta hasta que ésta crece por si misma. El momento en el que la rama desarrolla su propio sistema radicular es el más delicado, y los enraizantes las ayudan a superar dicho momento crítico. Sin un buen enraizante, lo más probable es que la rama muera o que tarde mucho tiempo es echar raíces.
Por tanto, el enraizante es una muy buena opción tanto para esquejes, como para plantas madres y cepas normales en sus primeros días de desarrollo.
Crecimiento
Como su propio nombre indica, los productos de crecimiento están diseñados para mejorar el desarrollo de la cepa, haciendo que crezcan más rápido y de forma más vigorosa. Empleado estos productos obtendrás plantas más robustas, con estructuras más ramificadas y troncos más gordos y resistentes. Este hecho es muy importante ya que una buena estructura permite a las cepas una mayor producción de flores, sí como soportar mejor el peso de estas.
De hecho, si el crecimiento no se desarrolla como es debido, esto repercutirá de forma directa en la producción de flores que serán menos y de menor tamaño y peso. Así que si quieres maximizar tu cosecha y rentabilizar al máximo la inversión, emplear un buen abono de crecimiento es prácticamente ineludible.
Estos productos están compuestos principalmente por nitrógeno, que es el elemento que más demandan las cepas en esta fase. Su aplicación se puede llevar a cabo desde la segunda semana después la germinación, hasta dos semanas después del comienzo de la floración. Esto se debe a que al principio de la fase de la floración las plantas aún pegan un buen “estirón” y esto hace que aún demanden altas cantidades de nitrógeno.
Estimuladores de la floración
Los estimuladores de la floración son producto muy útiles ya que aceleran la fase de floración, acortan los internudos de las ramas y, en general, favorecen una estructura que mejorará la posterior producción de flores. Además, los estimuladores también favorecen la producción de resina y, por tanto, mejoran el efecto, el sabor y el aroma de las flores. Estos productos se emplean las primeras semanas de floración, aunque algunos cultivadores comienza a emplearlos una o dos semanas antes de que dicha fase comience. Generalmente, su aplicación es vía foliar, es decir, pulverizándolo.
Floración
La fase de floración es una de las que más interesa a los cultivadores de cannabis. Los productos de floración son específicos para dicha fase y mejoran la cosecha notoriamente. Estos productos hacen que las flores se hagan más largas, gordas y pesadas. Es decir, las plantas a las que se le aplica producto de floración producen un mayor número de flores gordas y pesadas. Dichos productos suelen estar compuestos principalmente por fósforo y potasio, los dos minerales que más consumen las cepas en esta fase.
Estos productos se deben emplear desde el inicio de la floración hasta una o dos semanas antes de la cosecha.
Revienta cogollos, PK o “engorde”
Este tipo de fertilizante, denominado «revienta cogollos«, están pensados para el final de la fase de floración, empleándose conjuntamente con el abono de floración. Una vez las flores han comenzado a formarse, emplear un engorda-cogollos hará que las mismas flores “explosiones”, alcanzando un tamaño y un peso mucho mayor. Además, también harán que produzcan mucha más resina, mejorando la calidad de los cogollos.
Por tanto, los PK o productos de engorde son muy similares a los de floración pero están enfocados exclusivamente a hacer crecer el tamaño del cogollos y la cantidad resina. De hecho, estos productos se comienzan a aplicar a partir de la cuarta y quinta semana de cultivo hasta la séptima semana, dejando de emplearse dos semanas antes de la cosecha. Estos tiempos son relativos ya que variarán en función de la variedad cultivada.
Por último, hay que destacar que se les conoce como PK debido a su composición, ya que las siglas PK hacen referencia a Potasio (K) y Fosforo (P), los dos principales elementos de estos productos.
Potenciador de sabor
Los potenciadores de sabor son productos con un alto contenido en azúcares reductores y carbohidratos que estimulan la producción de tricomas y resina, lo que se traduce en una mejora del aroma y el sabor. Estos productos son la guinda del pastel, una opción de obtener una cosecha de diez, con un sabor y un aroma inigualable.
Este ha sido un breve repaso a los tipos de fertilizantes y sus principales funciones. Para más información, buscad información más concreta sobre cada producto. En internet existen muchas descripciones amplias y concretas sobre cada uno de los productos, su composición, función, modo de empleo y precio. Infórmate y descubre como mejorar tu cosecha en todos los aspectos.