Esta es una pregunta que muchos se hacen y que tiene una fácil solución. De hecho, está demostrado que el consumo de marihuana crea tolerancia y dependencia, es decir, cada vez se necesita una dosis superior y sentimos abstinencia al dejar de consumir. Por tanto, no nos equivocamos al afirmar que la marihuana es una droga adictiva.
Los estudios científicos indican que aproximadamente entre el 9 % y el 10 % de las personas que consumen cannabis desarrollan algún grado de dependencia a lo largo de su vida. Sin embargo, este porcentaje aumenta de forma significativa cuando el consumo comienza a edades tempranas, especialmente en la adolescencia o con hijos jóvenes, donde el riesgo puede situarse entre el 20% y el 30%. Ahora bien, qué clase de adicción, su potencia y formas de evitarla es lo que trataremos con profundidad en este artículo.

- 1 ¿Genera el consumo de cannabis adicción física o psicológica?
- 2 Marihuana medicinal y riesgo de adicción
- 3 Tolerancia y dependencia de consumir cannabis
- 4 Problemas laborables, sociales y familiares
- 5 Síntomas de abstinencia al dejar la marihuana
- 6 Consumo de marihuana responsable para evitar la adicción
¿Genera el consumo de cannabis adicción física o psicológica?
El consumo de cannabis no suele provocar una adicción física fuerte, como ocurre con sustancias como el alcohol, la nicotina o los opiáceos. Es decir, al dejar de consumir marihuana no se producen síntomas físicos graves que pongan en riesgo la salud. Sin embargo, sí puede generar dependencia psicológica, que es la forma más común de adicción asociada al cannabis. La adicción psicológica se manifiesta cuando la persona siente la necesidad de consumir para relajarse, dormir, evadirse o sentirse bien, integrando el consumo en su rutina diaria.
Marihuana medicinal y riesgo de adicción
La idea de que la marihuana medicinal no tiene ningún valor terapéutico legítimo choca con las evidencias científicas actuales que demuestran los beneficios de la marihuana en pacientes con una amplia variedad de enfermedades. De hecho, muchos países y estados han legalizado la marihuana con fines medicinales e incluso recreativos.
El uso de la marihuana con fines medicinales se ha extendido en los últimos años para el tratamiento de afecciones como el dolor crónico, la epilepsia, las náuseas por quimioterapia, la esclerosis múltiple o los trastornos del sueño, siempre bajo supervisión médica en los países donde es legal. El riesgo de adicción existe, pero es significativamente menor que en el uso recreativo, ya que las dosis están controladas. Los formatos suelen ser estandarizados (aceites, cápsulas, sprays) y el consumo responde a una necesidad terapéutica concreta, no al efecto psicoactivo.
Muchos tratamientos medicinales que utilizan el cannabis priorizan compuestos como el CBD, que no es psicoactivo y no genera dependencia. En caso de usar componentes psicoactivos son medicamentos con fórmulas equilibradas con bajo contenido en THC. Cuando el THC está presente, el seguimiento médico permite ajustar dosis y evitar un uso abusivo. Esto reducirá la probabilidad de desarrollar dependencia aunque esta no está completamente exenta de riesgo.
Tolerancia y dependencia de consumir cannabis
Dos indicadores de lo que se conoce como un trastorno por uso de sustancias son la tolerancia y la dependencia. Las personas que consumen una droga normalmente necesitarán más de ella para lograr los efectos que produjo en un principio. En este punto, cuando el consumidor trata de disminuir o cesar el consumo, probablemente experimentará síntomas de abstinencia.
Aunque la presencia de tolerancia, dependencia y abstinencia por sí solas no es suficiente para hacer un diagnóstico de adicción a la marihuana, en conjunto son fuertes indicadores del tipo de uso problemático que podría causar el consumo de esta sustancia.

El consumo problemático de cannabis también puede generar problemas en el trabajo, con los amigos y con la familia. En el entorno familiar, pueden aparecer conflictos por falta de comunicación, pérdida de confianza, discusiones constantes o preocupación por el rendimiento laboral o académico de la persona consumidora. En algunos casos, el aislamiento, la apatía o el incumplimiento de responsabilidades afectan directamente a la convivencia y al bienestar del núcleo familiar.
A nivel social, un consumo abusivo puede provocar distanciamiento de amistades que no consumen, dificultades para relacionarse con normalidad o pérdida de interés por actividades antes habituales. También puede influir negativamente en el trabajo o los estudios, derivando en bajadas de rendimiento, absentismo o problemas disciplinarios. Aunque no todas las personas que consumen cannabis desarrollan este tipo de dificultades, cuando el uso se vuelve excesivo, las consecuencias sociales y emocionales pueden ser significativas.
Hay que señalar que los individuos que desarrollan una fuerte adicción, le darán a la marihuana una alta prioridad en sus vidas. Incluso puede suponer conflictos personales y a la incapacidad de cumplir con obligaciones de diversa índole. Las personas que han llegado a este punto pueden tener dificultades para dejar de fumar sin la ayuda de un tratamiento.
Síntomas de abstinencia al dejar la marihuana
Al interrumpir el consumo de marihuana en personas adictas pueden aparecer síntomas como irritabilidad, ansiedad, insomnio, falta de apetito, cambios de humor o inquietud, que son molestos pero generalmente leves y temporales. En algunos casos más graves también pueden presentarse dolor de cabeza, sudoración, cansancio, inquietud física y antojos intensos de volver a consumir. Para más información no dudes en consultar nuestro artículo sobre el síndrome de abstinencia por dejar la marihuana.
¿Cuánto dura la abstinencia y el malestar al dejar el consumo?
Estos síntomas suelen comenzar entre 24 y 72 horas después de dejar el consumo. Alcanzan su punto máximo en la primera semana y, por lo general, desaparecen progresivamente en un plazo de 1 a 3 semanas, dependiendo del nivel de consumo previo y de cada persona.
Es importante destacar que se trata de una abstinencia leve comparada con otras sustancias. Contar con apoyo, mantener rutinas saludables, dormir bien y reducir el estrés facilita mucho el proceso. Si el malestar es intenso o persistente, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud.
Consumo de marihuana responsable para evitar la adicción
Sí, es posible consumir marihuana de forma responsable, siempre que se haga con información, moderación y conciencia de los posibles riesgos. El consumo responsable implica evitar el uso diario o compulsivo, respetar las dosis, conocer la propia tolerancia y no convertir el cannabis en una herramienta para afrontar constantemente el estrés, la ansiedad o los problemas emocionales.
También forma parte del consumo responsable cuidar el entorno y la edad de inicio, ya que el cerebro en desarrollo es más vulnerable a los efectos del THC. Informarse sobre el tipo de producto, su potencia, el método de consumo y los posibles efectos secundarios permite tomar decisiones más seguras. En definitiva, cuando el uso es ocasional, consciente y no interfiere en la vida personal, social o laboral, el riesgo de desarrollar dependencia o problemas asociados se reduce considerablemente.
Señales de alerta a tener en cuenta
Existen ciertas señales de alerta que pueden indicar que el consumo de marihuana está dejando de ser ocasional para convertirse en problemático. Entre las más comunes se encuentran la necesidad de consumir cada vez con más frecuencia o en mayores cantidades, la dificultad para pasar varios días sin hacerlo, el uso del cannabis como vía principal para afrontar el estrés, la ansiedad o los problemas emocionales, y la pérdida de interés por actividades que antes resultaban gratificantes. También es una señal de riesgo cuando el consumo empieza a afectar al rendimiento laboral o académico, a las relaciones personales o a la economía.
Otras alertas importantes incluyen la irritabilidad o malestar cuando no se puede consumir, negar o minimizar el impacto del consumo. También el mentir sobre la frecuencia de uso o sentir culpa después de consumir pero repetir el patrón. Cuando varias de estas señales se mantienen en el tiempo, es recomendable reflexionar sobre el consumo. Si es necesario, buscar apoyo profesional, ya que una intervención temprana facilita mucho la recuperación y el control del hábito.




Estaria bien aclarar cual es la parte adictiva de la marihuana quimicamente hablando y si hay una parte no adictiva que tenga efectos beneficos y que no cause adiccion¡