Muchos cultivadores creen que cultivar marihuana en invierno es imposible, argumentando que hace demasiado frío, no hay suficiente sol y que, por tanto, las plantas no pueden llegar a desarrollarse. En cierto sentido no les falta razón, pero existen formas de combatir estos problemas y aprovechar dichas condiciones climáticas para obtener una buena cosecha.
Obviamente, difícilmente obtendréis la calidad que se puede conseguir en un cultivo en pleno verano, con mucho sol y una temperatura idónea, pero de ahí a que sea imposible hay un trecho. Lo único e indispensable es tener claro que se deben emplear siempre plantas autoflorecientes, ya que no dependen del fotoperiodo y esto hace posible que cogollen independientemente de las horas de luz. Además, su floración es más rápida y esto reduce las posibilidades de que aparezca alguna plaga fúngica.
Principales dificultades
Las principales dificultades para el cultivo en invierno es el frío, la humedad y la escasez de sol. Estas tres condiciones hacen que el cultivo sea realmente complicado, pero existen algunos métodos que nos pueden ayudar a superar estas dificultades y obtener una cosecha de calidad.
marihuana en invierno
¿Qué hacer?
Contra el frío
En primer lugar, para combatir el problema del frío, la mejor opción es cultivar en tierra si es posible, y en un invernadero. Decimos que es mejor en tierra ya que se retiene mejor el calor, las raíces sufren menos frío y, por tanto, existen menos posibilidades de que se paralicen sus funciones.
En los cultivos con macetas, el sistema radicular tiene como única protección ante el frío el plástico de la maceta, existiendo más posibilidades de que el frío afecte a las raíces. Muchos cultivadores que no tienen la posibilidad de cultivar en tierra madre, emplean macetas, pero las recubre con materiales que las aíslan del frío. Otros emplean sistemas más moderna para aumentar la temperatura, como cables térmicos que aumentan la temperatura de las macetas.
Eso en cuenta al sistema radicular, pero ¿qué hay de la zona aérea de la planta? La zona aérea de planta es la que más sufre el frío y la humedad, por lo que necesitará que se cubra con plásticos en forma de invernadero. El invernadero mantendrá durante la noche el calor que acumula a lo largo del día, y mantendrá tus plantas en una temperatura más conveniente. Además, algunas personas emplean sistemas para calentar el interior del espacio de cultivo, como calefactores u otros apartos.
Contra la humedad
Un sensor de humedad relativa en el invernadero os será muy útil. Si los niveles de humedad son excesivos, lo cual dependerá de vuestra localización geográfica concreta, siempre podéis emplear un deshumidificador. El único problema es que, si el invernadero es muy grande, el deshumidificador probablemente tendrá problemas para controlar la humedad del interior. Para ello, la mejor opción es intentar controlarlo al máximo y cultivar variedades de rápida floración y resistentes a los hongos y plagas fúngicas.
Contra la escasez de sol
En este caso, la única opción es emplear una luz artificial como soporte a la luz solar, o buscar una zona lo más soleada posible. Obviamente, en invierno tenemos menos horas de luz, pero si cultivamos las plantas en una zona donde se pueda aprovechar todo el sol del día, las plantas se desarrollarán sin problemas.
Estos han sido unos breves consejos para que seáis capaces de obtener una buena cosecha en invierno. Sabemos que muchos os acabáis la cosecha del verano antes de que llegue la siguiente, así que, si no queréis gastaros dinero, siempre podéis probar a hacer un pequeño cultivo en invierno, os aseguramos que es posible y los resultados probablemente os sorprendan.
