Que la guerra contra el narcotráfico es uno de los principales problemas de México, por no decir el más importante, es algo obvio desde hace ya más de quince años. De hecho, desde 2006 hasta la actualidad ha habido más de 120.000 muertes relacionadas con el narco-tráfico. Además, factores como la pobreza y las escasas posibilidades de obtener un trabajo bien remunerado son también los causantes de dicha situación social.
Para acabar con estos problemas que asolan al país, se está comenzando a proponer la legalización de la marihuana como una de las vías para frenar la espiral de violencia derivada de la guerra contra el narco-tráfico. Ya no por ser un golpe contra el negocio de los capos, cuyo ingresos principales vienen de la cocaína y no de la marihuana, sino por potenciar la economía mexicana generando una industria valorada, aproximadamente, en 6.000 millones de dólares.
Con motivo de la celebración de la CannaMexico World Summit que tendrá lugar en Guanajuato los días 30 y 31 de mayo, el expresidente mexicano Vicente Fox Quesada ha realizado una rueda de prensa donde ha expresado lo siguiente:
«La opinión pública está clara en su posición y quiere que terminemos con los muertos, con la violencia. Esa es la demanda número uno en México».
Toda una declaración de intenciones por parte de un expresidente del gobierno que ve con buenos ojos la legalización del cannabis. De hecho, la CannaMexico World Summit es uno de los eventos cannábicos más destacados del país. Una feria donde compartir posturas en pro de la regularización y la legalización del cannabis con fines médicos y recreativos. Además, se dan a conocer todas las evidencias científicas de los beneficios del consumo, mercados potenciales y otros factores relacionados con dicha legalización.
Como conclusión, hay que destacar que los Estados Unidos Mexicanos parecen encaminados a convertirse en un nuevo miembro del selecto grupo de países que legalizan el cannabis.